Si estás buscando una experiencia que transporte tus sentidos al bullicio de los puestos callejeros del Sudeste Asiático, el satay de pollo es uno de esos platos que nunca falla. Brochetas de pollo jugoso, marinadas con especias exóticas, cocinadas con cuidado… y esa irresistible salsa de cacahuetes que invita a mojar y repetir bocado.
🌍 Origen y alma del satay
Aunque hoy lo asociamos a la cocina tailandesa, el satay nació en la isla de Java, en Indonesia, y sólo con el tiempo se fue extendiendo por toda la región: Malasia, Singapur, Filipinas… y Tailandia entre ellos.
Forma parte de ese mestizaje culinario maravilloso: una técnica que recuerda a las brochetas árabes, combinada con ingredientes traídos siglos atrás desde lugares tan lejanos como los Andes.
🔥 ¿Qué lo hace tan especial?
Marinada profunda y aromática: trozos de pollo que absorben leche de coco, especias y aromas, lo que deja la carne tierna, suculenta y llena de sabor.
Cocinado con mimo — plancha —, lo que aporta ese toque ligeramente ahumado, con contrastes entre exterior dorado y interior jugoso.
Salsa de cacahuete: el alma del plato. Cremosa, con matices dulces y salados. Ideal para mojar cada brocheta y potenciar los sabores.
🍽️ Cómo servimos el satay en nuestro restaurante
En nuestro restaurante buscamos transmitir lo auténtico — como en ese viaje a las calles de Bangkok que tanto nos inspira. Al servir nuestro satay de pollo:
- Cada brocheta llega a la mesa perfectamente dorada, tierna por dentro, con ese aroma envolvente.
- Acompañamos con una salsa de cacahuete casera, equilibrada — cremosa, ligeramente dulce-salada, con un toque exótico.
- Puedes disfrutarlo como aperitivo y complementarlo con alguna de nuestras otras especialidades tailandesas.
🎉 ¿Por qué te va a encantar?
- Es un plato sencillo, sociable y perfecto para compartir — ideal para una cena informal entre amigos.
- Combina sabores tradicionales con una técnica auténtica que respeta sus raíces: dulce, salado, especiado, aromático.
- Es una puerta de entrada perfecta a la cocina tailandesa callejera: incluso quien no esté acostumbrado a sabores exóticos lo va a adorar.
Si te apetece probar algo diferente, lleno de sabor, de historia y de exotismo… nuestro satay de pollo es una apuesta segura. Te invitamos a que lo descubras por ti mismo 😉
